La oscuridad del entender (poemario), Leila Samarrai
Editorial: Edición “Primogénito”,
Centro Cultural Estudiantil, ganadora del primer premio
2002. ISBN 978-86-7398-010-2.

1.
La tristeza está ocultada en la cabeza con la sangre laureada
Hacia la sabiduría Jerusalén llamada
Está matando al hombre que la lejanía está escuchando.
Está de veras allí “Ecce Homo”,
De España jerarquía alta,
Mientras el tiempo transcurre la desesperación baja hasta el sangrar.
Doloroso jamás, sin reconocer malestar
Ave soy,
Ave con deseo de morir en España.
Escribiré en el informe
En los suaves frutos se esconde
Julia Burgos Mortificada.
La reminiscencia de más allá muestra que.
Son las seis en la noche
Después.
2.
Así madre mía a mí me decía
No busques más a tu patria
Entre los árboles olvidada
Debajo de los cuales estás nacida
En la noche elegida
Cuando los saltamontes de las terrazas volaron
A un a un montón de voces odiosas
A mí destinadas
Madre quieta,
No suelto ni un chasquido
¿Cómo iría a saber yo
De los naipes el otro lado?
¿Vienen ya a llevarme
arraigados del disparo en la última mañana?
Me levanto descalza
La mar asustada está
Como del trueno la tierra
La corona de espinas ya nadie menciona
3.
Vanidad en el camino del zorro
¡He aquí un milagro!
Supuestamente unilateral en instantes
Apto para un momento revuelto.
El mártir y su hija que se lavan los pies. (no se)
con clavos en lugar de sandalias
Conversando en silencio.
Cualquier cosa menos (no se)
Orillas y raspaduras fantaseando.
Hija, ¿quieres que el polvo te resbale?
Perturbar la responsabilidad, el no ser y los zarcillos.
Anhela a través de las piedras que superas
Mas negro que la noche
Temes que ya no haya vertebrados.
Es la tercera hora de la noche.
4
Y habló mi madre
No busces mas la tierra olvidada
entre los arboles debajo de
Los cuales naciste en la noche escojida
Cuando los grillos volaron lejos de las terrazas,
dentro de las numerosas voces llenadas
con odio dirijido contra mí
Madre silenciosa
Ni un sonido que resona adentro de mí
Como hubiera podido saber de
Los otros lados de la carta
Es que me van a buscar ya
Enracinado en la ultima mañana de una balla
Me levanto descalzo
El mar está atterorizado como tierra del trueno
5
Mismo si no todas les heridas les sale sangre
Pues
Un Hombre se muere cada año
Porque?
6
La semi-obscuridad y Soledad se van a ir
Me voy a servir sólo adentro de yo misma
mismo no soy mía antes de las rodillas heridas,
todo se habre flores y pensadas, historias de justicia
Cranios de wanto y eras sin descanso
Dios me va a castigar lo sé
Pero en el crampo de la pasión
No voy a ser ronpida por los absentos
bailamos todo el dia
La soledad, una nueva, cojida por los valles
Ariba de las cabezas de primavera
Y Pecado del pueblo
Yo estoy aterorizada
7
Voy a ser tu ombra
Y la vela de matrimonio
Y el primer grito
Un crimen de pasón
Y la sangre de las dos veces, enfermo y bien
Es mejor de ser asustado
El secreto del helecho*
ambos era y no era
Y el mieso
De alguna parte la soledad quema sin essuciarse*
Confinado en las estrellas adentro de mi
Me gustan todavia mis ojos
Sin amie , la obscuridad me va destruir
8
En la cama, yo no dependo delos ordenes
Las Rosas ya han peleado***?
Con el viento
Cuantos relojes me preguntas
Mientras que la magnana llega con la eternidad que
Esta tarde
Magnana de delirio
27.
El silencio de los dormidos de piedra
Y del publico engañado
Frente a los sonidos mudos callo
La fiebre presiento
Del silencio te defiendo
Y de los espías urbanos “que florecen”
Aunque los testigos nos separan
Desaparición de los colores
Al día convierte en la noche
Y en acantilado golpeado
A las nueve horas
28.
Los cadáveres pintados desarrollándose
No hay modo de que yo los hunda todos
Igual que la historia del negro pañuelo
Dispuestas a mover el tiempo y el aire
Durante este año,
Mil novecientos noventa y nueve
Es difícil callar el lloro sobre los informes de luto
Los bosques y la hierba siguen brotando de los que antes vivían
Porque son los más leales
Con los cielos negocian
Los que mediatamente vinieron de la memoria verde
Y las tumbas antes del olvido
Nos observan los vivos y los muertos
Si los muertos no hubieron sido vivos
Nos hubiéramos quedado todos sin las lenguas y las llamas
¿Acaso son ellos sus dobles también?
¿Acaso los vivos se originan en la debilidad,
en la ausencia,
al entregarse unos a otros?
29.
Repeluzno de las muertas aves
En el ambiente de la insidia
Es el canto de la corriente de sangre
Existe
un pensamiento razonable
Igual que las distancias
Con el silencio se lavan
Váyanse flotando los ojos
Por las fuentes maliciosas de Átila
Exhumen a las aves que autosuficientes están
Convencidas
De que los sonidos más hermosos
Llegan
Desde las filas muertas en la tierra Las necesitamos
Cuando empieza y termina el amor
Entonces siempre las llamamos
30.
Calderón dijo: la vida es sueño
Acompañante engañoso entre dos despertamientos
Ni la vida ni la muerte
Algo tercero tampoco
Ni la vida después de la muerte
Ni la muerte antes de la vida
Y está expirando entre las manecillas
Antes de que anochezca en nuestros cuerpos
Segismundo en vano aprisionado

34.
Con las estrellas dudosas
Proclama el gran engaño
Y los círculos de los mudos sueños
Después de mil doscientas noches
Veo en los jardines mis huesos divisándose
Si la infinidad predominara antes de la mañana
31.
Dos abrazadas nubes
Y tal vez dos aves también
O el pañuelo conocido en el nudo
O el sueño entre dos formas
En vano la sangré se aisló
Y el silencio con la sombra
Estallan bobinas y golpes ateos
Los que no entiendo
Igual el ausente sonido que sigo
Mientras los nubes no se mueven
32.
Desaparecen las sombras
Y los serafines se han perdido
En sí muerden todas las partes del mundo.
¿
¿Y adónde iré si el oscuro sueño me rinde
y el vampiro también?
El fantasma de tu vida no ha desaparecido aún
Como una lanza clavada
En los ojos del idólatra.
33.
La lírica pertenece a todos
Ni siquiera huyendo puedes evitar su pesadez
Por eso no te apures
Y no intentes tocar con los dedos la panza de la oscuridad
Alguien morirá en el primer atardecer
Y yo sobre las cometas escribiré
El pan de tus manos quitaré(¿?)
Y la tierra apenas arada prepararé
Para que los muertos de los labios encarnados puedan respirar
Duerma serenamente
Falsificaré todo lo que sea necesario
Mataré a las gallinas si las rosas no las paran
Tú busca a los que nos acusaron
35.
Parado por el miedo de la espera
No llegas a crecer
Ni en la somnolencia
Cuando llegas a callar llama con llama
Detrás de ti un hueco y el viento
Llegan a ser la unión de los nudos irreales
36.
Los cristales embellecen la vida y el amor
¡Que intente la gente romper las lentes de nuestras casas
Vosotros que os reís mostrando negros dientes
Vanos son sus avaricia y horror
Si su imagen anochece en el despedazado espejo
Igual,
me voy al norte, cuya ausencia es inteligible
en el silencio, en el frío
dónde sólo árboles parecen a la gente.
39.
Esta noche purpúrea antifaz de las nubes
ha despertado a los obedientes muertos
que sus cabezas han levantado
apoyada
apoyadas en sus huesudas manos.
No saben si viven o muertos están
el primer día las trompetas oyeron
y dormidas bajo las banderas y nubes quedaron
bajo las cuales a respirar llegaron
en vez debajo de las estrellas.
El segundo día silencio y las flores
sin creer que existan.
Entre tanto, el cielo se hundía en el atardecer.
Y el tercer día
los muertos a los despiertos viajeros celebraron.
41.
Desaparecidos – omnipresentes
Su llanto a nocturnos se parece.
Mientras la rosa de la vida congelada en la verdad de los espejos
Inquieta
En los planos encima de las magias
Gotea por el musgo
Y las ruinas del mundo.
42.
Nueve horas duermen
Y las nueve manecillas del mundo también
Las bocas de la suavidad huyeron
Como las flores de los naranjos
Cuando vienen a cortarlos
Aunque sin aviso alguno
Salvo el tiempo, todo esta marcado por lo efímero
Y el olivo también
Que expira bajo los insectos
Sin embargo
Para cada uno hay una respuesta
El desprecio, el amor
Una luz limitada
Y los barcos a la deriva
43.
Es cierto, Tomás infiel,
Que le dijeron:
Por lo suyo
De tu boca gana el derecho
Mientras el día se te muere
Y él,
Condenado en las circunstancias en el brío
Se transforma en cada quien le apoya
Lejos de los caminos que a los infieles muerden
Y él,
No dijo nada después de la primera palabra, ni a la segunda no contesta
Apenas moderado y con cuidado a la tercera
Y él
Sabe que esta vida es para los muertos
Y no para los vivos
La pared tampoco blasfema
Y él
Rogando por la transparente inocencia con los ojos del emplasto
Y por las hazañas de los desesperados
Y él
Sin importarle que le regresen entre la gente
Aprende rezando
Sin embargo hay algo que no te creo
No te creo santo Tomás
Que no es suficiente el consuelo
Inventado en la forma de mujer